jueves, 23 de mayo de 2013

Serotonina, dopamina y Feniletilamina


Hasta el momento, los mecanismos neuro-fisiológicos responsables de los mecanismos fisiológicos del placer, las emociones y la motivación continúan siendo un misterio, sin embargo sí se han dado algunos avances al identificar que algunos neurotransmisores como lo son la dopamina y la serotonina son responsables en gran medida en el desarrollo de estas emociones, asociadas popularmente a un origen mas subjetivo y “romántico” por llamarlo de alguna manera. La serotonina y la dopamina están clasificadas químicamente como catecolaminas (hormonas hidrofóbicas derivadas del aminoácido tirosina, secretadas en su mayoría por la médula suprarrenal).


Serotonina

La Serotonina (5-hidroxitriptamina, o 5-HT), es una mono-amina neurotransmisora sintetizada en las neuronas serotoninérgicas en el sistema nervioso central (SNC) en el ser humano.

Ruta de acción para la serotonina.





Por su parte la serotonina está involucrada en las rutas neuronales que regulan el comportamiento y los estados de ánimo, por lo tanto una deficiencia funcional de dicho neurotransmisor puede llevar a trastornos psiquiátricos como la depresión, por este motivo los inhibidores selectivos de reabsorción de serotonina (SSRI), son utilizados en el tratamiento de la depresión ya que bloquean la reabsorción de las terminales axónicas pre-sinápticas, prolongando así la acción de este neurotransmisor, y produciendo una sensación de bienestar al paciente. No solo la depresión es influenciada directamente por la deficiencia del neurotransmisor, la serotonina juega un papel importante en la génesis de varias patologías neurológicas y psiquiátricas como lo son la migraña, el trastorno bipolar, la bulimia, la ansiedad, la esquizofrenia, el autismo infantil, el trastorno obsesivo compulsivo, la hiperactividad infantil, los estados de agresividad, el estrés y el insomnio, entre otros. Por el contrario, si hablamos de un incremento de serotonina en los circuitos nerviosos, se generan consecuencias positivas como sensación de bienestar, la concentración, el aumento de la autoestima, el estado de relajación; lo que conlleva al despertar del interés por buscar “medios” que desemboquen en una segregación, muchas veces excesiva, de la serotonina, en las personas; aspecto que se explicará con mayor profundidad más adelante.



Ente las funciones de la serotonina, están el actuar sobre el reloj interno de nuestro cuerpo, entre estos podemos encontrar el sueño y la vigilia, también coordina las hormonas de estrés y la temperatura corporal. A partir de la serotonina, la glándula pineal produce la melatonina, es la encargada de regular el sueño, la serotonina aumenta al atardecer y se mantiene alta al amanecer, a partir de ahí empieza a descender.


Los hombres producen un 50% más de serotonina que las mujeres, por eso ellas son más sensibles a los cambios de serotonina, otra función de la serotonina es que interviene en el apetito, la ansiedad, en las funciones perceptivas y cognitivas; muy importante en el deseo sexual y en la actividad motora.


Correlación Clínica:

Como hemos venido mencionando la serotonina es un neurotransmisor multifuncional, que actúa como mediador en diversos procesos fisiológicos y patológicos del ser humano, por tanto la serotonina requiere de la unión con receptores de membrana celular específicos que le permitan desarrollar su acción; en la actualidad han sido descubiertos siete receptores, de los cuales  algunos conservan su acción fisiológica como un misterio, aspecto que seguramente desaparecerá pronto, debido al creciente interés por ejercer un control sobre este neurotransmisor, más aún conociendo su importancia en las sensaciones de placer, enamoramiento y felicidad (objetivos comunes de los seres humanos). A continuación se exponen cuales son eso siete receptores mencionados:






Posteriormente, a los descubrimientos sobre los receptores específicos de la serotonina, los tratamientos de las enfermedades influenciadas en alguna manera por este neurotransmisor, se enfocaron en el control del funcionamiento de dichos receptores, para así poder generar el cambio que se busca en la acción de la serotonina como tal; a continuación se muestran algunas drogas que actúan sobre la transmisión serotoninergica:



La segregación de serotonina, como terapia para enfermedades ocasionadas por la deficiencia de la misma, no es misión exclusiva de los fármacos, profesionales en el campo de la salud recomiendan una serie de hábitos que, de practicarlos, influirían en la capacidad del organismo de una persona para producir serotonina; se trata de practicar determinadas técnicas de relajación, yoga, realizar ejercicio con regularidad, estar en contacto con el aire libre, cambiar de actividad, viajar, emprender nuevos proyectos.




DATO CURIOSO:



¿Dependen los orgasmos masculinos de la serotonina?

Es posible que una región del cerebro, situada precisamente detrás de los ojos, 

sea la que regule el intervalo de tiempo que ha de transcurrir entre un orgasmo 
y otro en el hombre, según informes presentados por un equipo de 
neurólogos. El Prozac y ciertos antidepresivos inhiben la re-absorción del neurotransmisor serotonina, liberado por las células nerviosas. La acumulación de 
serotonina puede impedir la erección y el orgasmo.

En un punto del cerebro, llamado el hipotálamo lateral, el nivel de serotonina 

aumentaba considerablemente tras la eyaculación. 





Dopamina

La dopamina es una catecolamina natural 3, 4-dihidroxifenil etilamina, con un peso molecular de 153.18 Dalton.




 Es uno de los transmisores catecolaminergicos más importante en el sistema nervioso central, lugar donde cumple con una diversidad de funciones fisiológicas en el organismo de las personas, como la actividad locomotora, la afectividad, la regulación neuroendocrina, la ingestión de agua y alimentos. El estudio de los mecanismos de acción de la dopamina ha incrementado considerablemente en los últimos años, debido a la estrecha relación que este neurotransmisor y sus receptores tienen con el desencadenamiento de diversas alteraciones en la salud, mas específicamente en el Sistema nervioso central, como la enfermedad de Parkinson, esclerosis múltiple, fibromialgia, trastornos psicóticos entre ellos la esquizofrenia y la dependencia a ciertas drogas psicoactivas que incrementan la segregación de dopamina. 





Después de estudiar a fondo el tema, muchos investigadores han universalizado la idea de que este neurotransmisor, es el primer agente “productor de placer” lo que incita a las personas a consumir diferentes drogas psicoactivas, entre ellas la cocaína, debido a que bloquea la reabsorción de dopamina en las terminales pre-sinápticas, la acción de la cocaína trae como resultado la activación prolongada de las vías neuronales que usan este neurotransmisor, que son las vías que juegan un rol en los sentimientos y el placer. En esencia, cuando la cocaína está presente, los interruptores neuronales en la vía del placer se encuentran encendidos.




El incremento del interés por descifrar cuáles son las acciones y funciones de la dopamina, que, sin lugar a dudas es un neurotransmisor importante debido a su multi-funcionalidad, ha llevado a que científicos e investigadores realicen diversos experimentos que permiten clarificar un poco la manera en cómo actúa el neurotransmisor en cuestión. Por este mismo motivo, la visión que se tiene sobre la dopamina como una hormona liberada posteriormente a sentir placer o cualquier sensación satisfactoria para determinada persona, se ha ido desmantelado un poco, proponiendo ahora al neurotransmisor como una sustancia que se libera antes de realizar cualquier acción, es aquella que impulsa a la persona a realizar determinados actos que lo lleven a la obtención de algo que desea, según esta versión de la historia , la dopamina está ligada con la motivación y el deseo por accionar; como los niveles de dopamina varían entre un organismo y otro, esto explicaría el hecho de que ciertos individuos sean más emprendedores que otros. En este orden de ideas también se puede abarcar el aspecto patológico, ya que tomando este axioma, un nivel elevado de dopamina, como ocurre en la adicción, “motiva” a la persona a realizar cualquier acción para poder obtener esa sustancia que tanto desea, de igual forma, bajos niveles de concentración de dopamina, hace que la persona no sienta deseos de realizar ningún tipo de esfuerzo e inhiba sus acciones, como pasa en trastornos psicológicos como la depresión, siendo este el más popular; dichas afirmaciones están respaldas por artículos publicados por el Servicio de información y Noticias científicas SINC. (Véase biografía).

Dato curioso:






Mientras el abuso de cocaína, como se explicaba anteriormente, conduce a la activación excesiva de la cocaína; la enfermedad de Parkinson, es atribuida a la deficiencia de la dopamina, este desorden motriz se caracteriza por la rigidez muscular y vibraciones involuntarias durante el reposo, así como temblores rítmicos involuntarios de las manos y la cabeza. El tratamiento estándar para esta enfermedad es la administración de Levodopa, un precursor de la dopamina. La dopamina por sí misma no puede ser administrada porque no es capaz de cruzar la barrera hemato-encefálica, y es aquí donde la levodopa encuentra  en campo de acción al tener la capacidad de entrar al cerebro desde la sangre, y una vez dentro convertirse en el neurotransmisor dopamina, sustituyendo así la deficiencia de la misma.


Adolfo Hitler, Alemania.
Sufrió de Parkinson. 






Papa Juan Pablo II,  lo aquejaba el mal de Parkinson.
Dato curioso:
¿La música produce placer?

El intenso placer que sentimos al escuchar música provoca en el cerebro la secreción de dopamina, un neurotransmisor que, como ya hemos dicho, también se libera ante placeres más concretos asociados a la alimentación, el sexo, el consumo de drogas o el dinero. Cuando la persona escucha música, especialmente la favorita, está comprobado que llega más dopamina al cerebro, esta dopamina se libera en un momento culmen de la melodía, por ejemplo cuando nos hace estremecer,  en la misma región ligada a la euforia que produce el consumo de cocaína. Pero además, unos segundos antes, se produce una descarga de dopamina en el área vinculada a la anticipación y las predicciones. 





Feniletilamina (FEA)

La feniletilamina, compuesto orgánica de la familia de las anfetaminas, también conocida como 2-feniletilamina:

Es un suplemento dietario que se puede ingerir para aliviar los síntomas de la depresión, el trastorno por déficit de atención con hiperactividad (TDAH), el mal de Parkinson y también contribuye a aliviar temporalmente el dolor asociado con la artritis reumatoide. Es un aminoácido esencial, es decir, que el organismo no produce solo y que se necesita consumir a través de los alimentos o de los suplementos.
 "La feniletilamina favorece la producción de hormonas que crean sentimientos positivos"


La feniletilamina afecta el estado de humor cambiando la disposición química del cerebro e induce un sentimiento como de estar "drogado" que se asemeja al manifestado en los casos del amor y de la pasión. La feniletilamina cambia los niveles del neurotransmisor dopamina. Esto afecta varias áreas del cerebro y las hormonas se liberan. Dichas hormonas ayudan a mejorar el humor, a balancear la presión sanguínea y a incrementar el ritmo cardíaco. Este efecto condujo a que el cacao se catalogara como un afrodisíaco, es decir, una sustancia que incrementa el apetito sexual. 



Después de haber explicado y fundamentado individualmente las funciones a nivel general de la serotonina, la dopamina y la feniletilamina, procederemos entonces a relacionarlas y aplicarlas a temas que tienen un alto interés social, como lo son EL ENAMORAMIENTO, EL PLACER Y LAS EMOCIONES y el consumo y adicción a sustancias psico-activas.


Dopamina, Serotonina y feniletilamina, participantes activos en la “Bioquímica del amor”

Cada día se hace más importante el hecho de descifrar la base molecular del sentirse enamorado, por tanto, hace aproximadamente 20 años la ciencia se interesó por participar en esta búsqueda, y encontrar qué es lo que ocurre en nuestro organismo cuando vemos, sentimos o incluso pensamos en esa persona que consideramos “especial”. Gracias a los avances tecnológicos obtenidos en la última década en la técnica de la neuro-imagen, es posible que, actualmente se conozcan una gran parte de los circuitos cerebrales o neuronales y la oleada de neurotransmisores que se encargan de hacernos sentir “perdidamente enamorados y atados a una persona”.





Larry Young, de la universidad de Emory (EEUU), afirma que la tormenta química que ocurre en nuestro cerebro cuando nos sentimos enamorados, está muy ligada al fenómeno que se desenvuelve en una persona que presenta una adicción a determinada droga psico-dependiente. La revista española  El Mundo.ES Salud, define el proceso del enamoramiento como un “coctel de hormonas” donde se encuentran involucrados la adrenalina, la feniletilamina, la dopamina, la serotonina, la oxitocina y la vasopresina, las cuales activan tres regiones especificas del cerebro, que son: El área ventral tegmental, el núcleo accumbens y el núcleo caudado. 






Como podemos ver en ese conjunto de neurotransmisores, están inmersas la serotonina, la dopamina y la feniletilamina, que son las que nos interesan y en las cuales haremos énfasis a continuación:




Nuestros neurotransmisores a tratar, están involucrados con mayor consistencia en las primeras etapas del enamoramiento, como la atracción y el deseo; ya que la sensación de apego, de cariño y de trascender en las relaciones a lazos más estrechos, está regulada, según numerosos estudios, por otros tipos de neurotransmisores como lo son la oxitocina y la vasopresina. Posteriormente a la etapa inicial del deseo, regulada en su mayoría por hormonas sexuales como los estrógenos y la testosterona, cuando nos sentimos atraídos por una persona nuestro cerebro se inunda de feniletilamina, la cual responde con la secreción de dopamina; la dopamina entra a jugar su papel en el campo de la atracción, el neurotransmisor hace que sintamos el deseo de repetir la experiencia vivida con aquella persona, causante de una segregación excesiva de dopamina; en esta etapa inicial los niveles de serotonina se desploman y los centros de recompensa, en el cerebro se inundan de dopamina. La dopamina hace, como reguladora del placer, que se creen fuertes vínculos entre la sensación de placer y el objeto deseado. Después de que la dopamina cumple su función, la serotonina entra a jugar un rol importante a la hora de "estrechar lazos" y pasar a un nivel  mas estable en la relación, como se dijo en un principio la serotonina es la reguladora de los estados de ánimo, por tanto es la responsable de que en las primeras etapas del enamoramiento, la persona sienta una estado de bienestar, comodidad y deseo de continuar cerca de aquella persona que la hace sentir de esta forma.




Dopamina y serotonina, estimuladores de las adicciones



En la actualidad, pese a los perjuicios que aún están presentes en el pensar de muchas personas, se ha vuelo muy común el hecho de que un gran porcentaje de la población sea adicto a drogas psico-activas o por lo menos haya consumido alguna de estas una vez en su vida. Las razones que mueven a las personas a consumir este tipo de sustancias varía notablemente,  hay quienes lo hacen por descubrir nuevas experiencias, por influencia social, por  problemas emocionales, para calmar los nervios o para entrar en una nueva realidad según ellos. El problema radica en que todas estas drogas interaccionan de diferentes formas con los neurotransmisores y otros mensajeros químicos en el cerebro. En muchos casos las drogas secuestran los sistemas naturales del cerebro implicados en el placer y la satisfacción. A continuación se expondrán dos sustancias psico-activas, que entran directamente a influenciar sobre nuestros neurotransmisores en cuestión: Dopamina y serotanina.




Anfetaminas

Las anfetaminas son sustancias químicas elaboradas por el hombre entre las que se encuentran la dexadrina, el “speed”y un derivado de la metanfetamina llamado “éxtasis”. Estas drogas actúan en el cerebro induciendo la liberación de dos neurotransmisores. Uno de ellos la dopamina, lo que explicaría la euforia y los efectos placenteros producidos por las anfetaminas. El otro es la serotonina, la cual, se cree estáimplicada en efectos lúdicos y de bienestar (“dream-like”), que pueden llegar a producir incluso alucinaciones. La dexedrinay el

“speed”producen principalmente una liberación de dopamina, mientras que el éxtasis es fundamentalmente serotonina. El d-LSD, un alucinógeno más potente, también actúa sobre el sistema serotoninérgico. Las anfetaminas son unos psico-estimulantes muy potentes que pueden llegar a ser muy peligrosos, especialmente en casos de sobredosis. Los experimentos animales han demostrado que el éxtasis produce una pérdida de las neuronas serotoninérgicas. Ésta seria la causa de los “mid-week blues”que padecen los consumidores de éxtasis durante los fines de semana. Cada año docenas de jóvenes mueren después de su consumo. Parece ser que el consumo de dexedrina y speed también puede causar aterradoras psicosis de tipo esquizofrenia.



Cocaína:


La cocaína es otra sustancia química derivada de una planta que puede producir sensaciones intensas de placer a la vez que es un potente psico-estimulante. Como las anfetaminas, la cocaína induce la producción de dopamina y serotonina en el cerebro, en primera medida, cuando una persona consume cocaína, ésta entra directamente a alterar los receptores dopaminérgicos presentes en el cerebro, lo que hace que los niveles de dopamina incrementen considerablemente bajo los efectos de la droga y la persona se sienta eufórica  fuerte, motivada y experimente una elevada sensación de placer, lo que posteriormente conllevará a que desee repetir el insumo de la cocaína, hasta caer en la adicción, después de un tiempo prolongado de haberla consumido el cerebro se vuelve tolerante a esta sustancia, lo que hace que la persona ya no sienta lo mismo cada vez que la consume, sin embargo la droga empieza a hacerse necesaria para las personas adictas, que la consumen para evitar los indeseables síntomas del síndrome de abstinencia. Por tanto, al igual que la heroína, la cocaína es una droga muy peligrosa. La gente que se intoxica con ella, especialmente los que fuman “crack”se vuelven muy violentos y agresivos, y tienen un alto riesgo de muerte por sobredosis. La dependencia de cocaína es muy fuerte y la necesidad de consumirla lleva muchas veces a los adictos a cometer crímenes para obtenerla.




-Extraído de La ciencia del cerebro, una introducción para jóvenes estudiantes (Asociación británica de neurociencias, Alianza Europea DANA para el cerebro.-


INTEGRANTES:


  • KAREN TATIANA OYOLA PAZ.
  • JUANITA PÉREZ GUTIÉRREZ.
  • DANIELA ACOSTA URBANO. 

FUENTES BIBLIOGRÁFICAS 

*Departamento de ciencias fisiológicas, Pontificia Universidad Javeriana, Bogotá. (http://med.javeriana.edu.co/fisiologia/fw/c351.htm).
*Instituto de psicofarmacología. Serotonina, receptores, fármacos agonistas y antagonistas. (http://institutodepsicofarmacologia.com/serotonina-receptores-agonistas-antagonistas)
*Dopamina: Síntesis, liberación y receptores en el sistema nervioso central. Departamento de Fisiología, biofísica y neurociencias. Universidad Autónoma de Puebla, México (http://www.medigraphic.com/pdfs/revbio/bio-2000/bio001f.pdf).



4 comentarios:

  1. “El amor es como una droga, y la Fenieltilamina bien puede ser su químico” Nuestro cerebro puede desencadenar la liberación de este neurotransmisor, con hechos tan simple como una intercambio de miradas, un apretón de mano, tener a esa persona “especial” cerca, abrazarla o simplemente pensarla. Sin embargo la Feniletilamina llega a recordarnos que el enamoramiento tiene “fecha de vencimiento”, estudios demuestran que la acción ejercida por la Feniletilamina, encargada de la atracción, del deseo y del comportamiento que adoptan las personas enamoradas, disminuye con el tiempo, hasta el momento se ha comprobado que su acción dura alrededor de dos o tres años, encerrando entonces a la pareja en una dicotomía: Separarse o simplemente habituarse, a manifestaciones menos intensas de amor, como lo son el compañerismo, la confianza, el afecto y la tolerancia.

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    1. "La duración de la atracción bioquímica o enamoramiento es de 2 a 3 años, cuando las neuronas del sistema límbico terminan por habituarse a la fenil-etil-amina, que es una anfetamina natural. Entonces se da paso a la oxitocina que estimula a su vez la secreción de la hormona prolactina en la adenohipófisis. La prolactina trae un descenso del sistema dopaminergico y por tanto de la libido y de la respuesta sexual a nivel neurovegetativo y vascular." http://neuropeptidos-uac.blogspot.com.ar/p/cerebro-y-sexualidad.html

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  2. LA DOPAMINA COMO UN IMPORTANTE AGENTE EN EL MOVIMIENTO.
    La Dopamina reduce la influencia del camino indirecto, y aumenta las acciones del camino directo dentro de los ganglios básicos. Cuando hay una deficiencia en dopamina en el cerebro, los movimientos pueden llegar a estar demorados y no coordinados. Si, por el contrario, se cuenta con un exceso de la dopamina, el cerebro impulsa al cuerpo a realizar determinados movimientos innecesarios, tales como tiques repetidores.

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  3. Saben donde le puedo dar seguir o suscribirse a su blog, me ha gustado mucho pues lo describen muy pedagogicamente hablando. Un abrazo y que siga todo mejor, saludos!

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